martes, 4 de agosto de 2020

Nos mudamos! (Actualización: mr-taboo.com)

Muy buenas queridos lectores y lectoras.

Después de varios meses sin publicar nada venimos con buenas noticias, nos mudamos!

''Como que os mudáis?'' preguntaréis, pues os informo que de aquí a un mes, esta web no estará operativa ni recibirá actualizaciones. Hemos decidido independizarnos de blogger para poder tomarnos esta web como un trabajo real y dedicarnos a él plenamente.

La nueva web tendrá nueva interfaz, mucho más cómoda, nuevas funciones, y actualizaciones casi a diario! Sólo os pedimos vuestra fidelidad en esta nueva aventura que vamos a emprender, y os rogamos que si hay algo que no os guste de la nueva web nos lo hagáis saber, estaremos encantados en escuchar ideas y críticas constructias.

Por último decir que en la nueva web podréis interactuar directamente con los relatos, comentando, y evaluando, y también, próximamente tendremos una nueva funcionalidad, que será subir y publicar los relatos de buenos escritores y escritoras que deseen colaborar con la web.

La nueva web se llama: mr-taboo.com

Esta pagina ya no tendrá nuevos relatos y será eliminada en septiembre, si quieres seguir leyendo visita la nueva página.

Gracias por acompañarnos hasta ahora, y esperamos que a partir de ahora nuestra relación con vosotros sea mucho más fructífera y directa.

Gracias!

miércoles, 15 de abril de 2020

El juguete de mi hermana. Parte 2



Hizo un calor terrible aquel día. El sol brillaba muchísimo desde lo alto del cielo y la gente que iba por la calle se cocía como gambas. Por suerte, dentro de la habitación, había aire acondicionado y se estaba bastante fresquito. Después de comer, no pude resistir la tentación de echarme a dormir una larga siesta. Puse el aire acondicionado al máximo y me tapé con la sábana antes de dormirme.

-Oscar, Oscar, ¡Oscar! ¿Te quieres despertar ya?

Fue lo que oí mientras alguien agitaba mi cuerpo. Abrí los ojos y vi a mi hermana.

-Eres peor que una marmota ¿Lo sabías? Vístete que nos vamos a dar un paseo.

Cerré los ojos de nuevo y recordé los viejos tiempos en los que ella insistía en vestirme con su ropa de niña pequeña. Sin saber por qué, y olvidándome de mi tan preciada autonomía personal, me vestí y la seguí hasta donde quisiera ir.

El juguete de mi hermana. Parte 1

El día que todo empezó, leía un libro tumbado sobre la cama del hotel. La puerta del balcón estaba abierta y la brisa veraniega que venía de la playa de al lado acariciaba plácidamente mi cuerpo. Era de noche y la temperatura había bajado lo suficiente como para volverse agradable e invitar al sueño. Pero, por desgracia, no podía dormir. Aquellas vacaciones, gracias a que papá había preferido dejar de hacer horas extra, tenía que compartir habitación con mi hermana Juana y no me quedaba otro remedio que esperar a que ella saliese del baño para poder apagar la luz.

Nunca me llevé muy bien con ella, al menos, no todo lo bien que parece que se llevan el resto de hermanos. Juana es la mayor de los, cinco años y tres meses exactamente, y podría decirse que siempre me vio como si fuese uno más de sus juguetes. ¿Quién querría jugar con muñecas si pudiese hacerlo con algo mucho más realista? Ese era su lema porque no dudó nunca en hacer conmigo todo lo que una niña hubiese hecho con una Barbie.

viernes, 3 de abril de 2020

Las gemelas



Las gemelas. 

El principio de todo. 

Alicia y María, gemelas de nacimiento. Alicia había nacido cuatro minutos antes por lo que la convertía en la mayor, aunque a María esto le interesaba poco a pesar de los esfuerzos de su hermana de recordárselo día y noche. También tenían otro hermano, mayor. Antonio, pero el hacía tiempo se había independizado del núcleo familiar y vivía con su novia.

Eran dos chicas muy atractivas, compartían el rubio con mechones castaño de sus cabellos, ojos azules y el rostro, aunque la cara de María era algo más circular y la de Alicia más fina, aún así esto era lo de menos. Lo más espectacular era la diferencia de sus cuerpos, Alicia era una chica de estatura media, delgada, con tetas pequeñas pero grandes caderas y un culo increíblemente precioso que hacía que todo aquél que la mirará se calentara. María por su parte era unos centímetros más alta que Alicia, algo más robusta que su hermana, un buen culo, pero la gran diferencia eran sus dos tetas, no era enormes, pero si eran bastante grandes a comparación con las de su hermana, y ella lo sabía. No tenía problema alguno en ponerse escotes, incluso ropa con la que se transparentara su cuerpo y así enseñar sus tetas.

martes, 24 de marzo de 2020

Visita de verano. Final

Era el final de mis vacaciones de verano. Ya era hora de volver a la universidad. Sería mi tercer año en la carrera y estaría viviendo con dos compañeros de habitación. Habíamos vivido juntos en una habitación de cuatro personas en una residencia de estudiantes nuestros dos primeros años. Y ahora habíamos alquilado una casa de tres dormitorios. Donde nos iríamos a vivir tres de mis compañeros. El otro había decidido irse con su novia hacía tiempo. Todo estaba funcionando de maravilla. Tener una habitación para cada uno de nosotros nos permitiría traer nuestras novias durante la noche y no molestar a nadie.

Mi madre había viajado hasta la universidad para traerme a casa al principio del verano. Porque yo no tenía coche todavía. Uno de mis compañeros de habitación si que tenía. Él era bastante solidario, ofrecía su coche para llevarnos a todos a la universidad todos los días y para ayudar a hacer recados por el campus y la ciudad.

Pero antes de instalarnos por completo y empezar a vivir en nuestro nuevo apartamento y antes de empezar el nuevo curso, mis amigos iban a venir a mi pueblo, para así descansar de sus familias y de la ajetreada vida de la ciudad. Además quería que conocieran a mi madre.

lunes, 23 de marzo de 2020

Sumisa y yo. 3

Estamos en el ático de un edificio muy alto. Sin mediar palabra te atraigo hacia mí, y te inmovilizó contra el gran ventanal. Te arranco la ropa, rompiéndote el tanga que uso para amordazarte. Solo con eso ya has empezado a humedecerte y sin contemplaciones te la meto tan fuerte que en cada embestida tienes que ponerte de puntillas mojándote cada vez más.

Te oigo gemir a través de la mordaza y tu cara aplastada contra el cristal tiene una expresión de miedo, pero tus ojos me hablan de excitación, así que te doy más fuerte aun, mientras que nuestras respiraciones empañan el cristal. Te arranco de la boca ese trozo de tela babeado solo por el placer de oírte jadear cuando el orgasmo se acerca y las piernas te tiemblan mientras que mis manos te sujetan impidiendo que te escapes.

domingo, 22 de marzo de 2020

Sumisa y yo. 2



Te he hecho acudir a la cita con un traje de ejecutiva sin nada debajo, caminado por la calle con tus grandes tetas y tus pezones duros por la excitación. Llamando la atención de los hombres que te susurran guarradas al pasar, y las mujeres mascullan insultos por tu pinta de puta de lujo.

Ahora estás aquí, un apartamento vacío con suelos de madera. Pasas un poco insegura e inmediatamente me coloco a tu espalda, para vendarte los ojos. Hoy no sabrás quien soy, has venido hasta aquí para ser usada por un desconocido, por alguien al que ni siquiera veras la cara. Te ato las manos detrás de la espalda lentamente con una mezcla de ritual y brusquedad. Puedes sentirme caminar a tu alrededor, observándote, disfrutando de tenerte indefensa para mí. Cuando menos lo esperas, doy un tirón a tu camisa haciendo saltar los botones. Tus tetas salen desbordantes, las acaricio dulcemente mientras chupo los pezones para luego amasarlas con crueldad. A ti, cegada por la venda en los ojos, cada movimiento te coge por sorpresa, haciéndote gemir.

sábado, 21 de marzo de 2020

Sumisa y yo

Esta vez la cita es a media noche en un hotel de lujo.

Puedo escucharte al otro lado de la puerta, ya has metido en la cerradura la llave de la habitación 502 que te envié; pero te has quedado en el pasillo dudando si lo que haces está bien. Si el placer que te doy compensa la forma en que te trato. El vicio gana la batalla y cuando entras en la habitación, me encuentras sentado con una copa en la mano.

- Desnúdate, es lo único que te digo con un tono de voz calmado y frío.

Comienzas a desabrocharte los botones de la camisa dejando a la vista que has cumplido mis instrucciones de llevar lencería negra. Vas cogiendo confianza y me miras buscando mi aprobación.

viernes, 13 de marzo de 2020

Adicta el semen. El principio

Voy a contaros una experiencia sexual que tuve hace dos años, en Nochevieja. En ella sabréis cómo fue la primera vez que sentí el semen de un hombre en mi boca. Tenía curiosidad por saber cómo sería, qué se sentiría, pero nunca había tenido el valor suficiente como para chuparle la polla a alguno de mis novios hasta el final. Simplemente, no me parecía atrayente la idea de tener esperma en mi boca.

Una noche, mi novio y yo estábamos en la cama y tras una hora de preludio amoroso, Luis me preguntó si podía chupársela. La idea de meterme la polla de un hombre en la boca no me molestaba, aunque la tenía toda cubierta de mis propios jugos. Era el hecho de dejar que eyaculase en mi boca lo que no podía aceptar. Complacientemente me tragué su polla y empecé a chuparla. Luis me enseñó a deslizar la mano de arriba abajo por su miembro, mientras él metía y sacaba su palpitante polla de mi boca. Le chupé la polla hasta dejarle al borde del orgasmo, aterrorizada solo de pensar que podía correrse en mi boca. La saqué de entre mis labios y empecé a hacerle una paja con la mano.

sábado, 7 de marzo de 2020

El masajista

I

La organización de esta escapada de fin de semana había resultado complicadísima. A mi marido le habían invitado a un evento corporativo durante el fin de semana que sólo implicaba trabajo todo el viernes y la mañana del sábado pero cubría todos los gastos del acompañante en un hotel de lujo en Santiago de Compostela. Hace tiempo que quería visitar esa ciudad, así que finalmente me animé a aceptar la invitación y acompañarle, aunque no suelo ir con él a estas reuniones.

Para llegar a Santiago el viernes por la tarde tuve que salir directamente de la oficina al aeropuerto, sin pasar por casa y sin poder cambiarme, así que llegué al hotel a las 6 de la tarde vestida, maquillada y con zapatos de tacones. Lo único que me apetecía era llegar a la habitación donde acordamos que me esperaba mi marido, que supuestamente ya habría terminado la reunión del día y quitarme esta ropa, ducharme, relajarme y disfrutar de la tarde-noche. Pero según estaba pensando esto recibí el siguiente mensaje de mi marido: "cari, la reunión se va alargar y no he dejado tus datos para que te autoricen a entrar en la habitación, tendrás que esperarme en el bar del hotel, tómate una margarita pensando en mí, podrás cargarla a la habitación 257, no creo que tarde mucho más, un beso". ¡Así que empezamos bien! Ahora tengo que esperar en el bar sola, incómoda y cansada... ¡ya me ha liado este, por eso no vengo a sus viajes de trabajo!

viernes, 6 de marzo de 2020

Visita de verano. Parte 3



Este estaba siendo un verano memorable para mí. Después de terminar mi segundo año en la universidad había vuelto al pueblo para el verano. Estaba esperando que fuera una estancia aburrido. Sólo yo y mamá en nuestra casa y los abuelos al otro lado del pueblo. Un largo y perezoso verano.

Entonces mi tía Eva vino de visita y follamos como locos. Nunca hubiera imaginado que era tan puta, y me encantó. Todo el mundo debería tener una tía tan ‘’amorosa’’. Yo la utilicé como ella quería que la utilizará y ella a mi por igual. Fue totalmente increíble.

Ella tenía que volver con su hija, mi prima Andrea. Andrea pronto iba a ser parte de un grupo de danza en la ciudad más grande de la capital. Ella era bailarina. Había estado bailando desde que era una niña y ahora a los dieciocho años estaba recibiendo su gran oportunidad de convertirse en lo que siempre había querido ser. Una bailarina profesional. Después de que Eva su fuera, dos o tres semanas después mi tía Marta llegó a visitar a los ancianos y se quedó con nosotros. Y otra vez, me sorprendió y alegró al descubrir que era una puta también. A pesar de que era profesora en un colegio, ellan quería follar y chupar la polla de su sobrino. Mi familia era tan jodidamente genial.

Visita de verano. Parte 2

Primera parte:https://mr-taboo.blogspot.com/2020/03/visita-de-verano-parte-1.html



PARTE 2

Mi tía Eva se marchó y la echaba mucho de menos. Cada noche tenía sueños eróticos con ella y cada día me masturbaba recordando su cuerpo desnudo. Y poco a poco se fue metiendo en mi cabeza un pensamiento sexual hacía mi madre, si había podido follarme a mi tia…¿Por qué no iba a poder con mi madre?

Al pueblo siempre volvíamos la familia alguna vez al año para visitar a mis abuelos que vivían en la otra punta del pueblo respecto a la casa de mi madre, donde yo estaba. Y cada vez que venían mis tias Eva o Marta, o mi prima Andrea, siempre pasaban la noche en casa de mi madre para evitar ser una carga para mis abuelos. Ya eran mayores.

Y como era verano y época de vacaciones mi tia Marta nos dio una sorpresa con su visita. Yo no lo esperaba para nada y fue toda una alegría. Y también iba a dormir en la otra cama de mi cuarto, donde dos semanas atrás mi tía Eva y yo follamos como animales. Marta era alta, con pechos pequeños, y delgada, parecía la hija adoptada por que no se parecía mucho a las mujeres de la familia, solo se parecía en el color del pelo, castaño, pero se lo pintaba y se lo ponía rubio. Siempre hubo bromas sobre su posible adopción, pero mis abuelos siempre lo negaron.

lunes, 2 de marzo de 2020

Luna Escarlata. Relato completo



I

En aquella época yo era un adolescente. Tenía 15 años y las hormonas revoloteando, cada chica que veía me excitaba y muchas veces me empalmaba, a veces hasta en medio de clase. El primer día de clase, llegaron nuevas alumnas, una de ellas era Amanda, una chica de mi edad, delgadita y pelirroja. En clase no podía evitar observar su culo que, aunque no era grande era apretadito y respingón y unas tetas pequeñas.

Durante dos semanas me era imposible no quedarme hipnotizado por esa chica, me excitaba, mi polla se ponía dura pero no llegaba a empalmarse del todo. Como os decía tras dos semanas no paraba de pensar en ella, en casa me pajeaba pensando en ella, sin embargo, un día en educación física llegué a una excitación extrema. Aquel día teníamos que correr en el patio del instituto durante 20 minutos así que toda la clase comenzó a correr a eso de las 10 de la mañana.

Mientras corría no podía dejar de observar a Amanda sudada, por su cuello caía gotas de sudor y no paraba de pensar en cómo estaría su coño. A cada minuto que pasaba me ponía más y más cachondo. Tras terminar de correr nuestro profesor nos dejó juego libre, las chicas empezaron a jugar volleyball y los chicos fútbol, durante un rato pude olvidarme de Amanda.

Luna Escarlata: Capítulo 3


III

En aquél video se mostraba como yo arrodillado recibía la lluvia dorada y Amanda la mia. Como follábamos y como nos corríamos juntos. Pero nunca hubiéramos imaginado quien no había grabado.

Al terminar las clases Amanda y yo fuimos hacia un parque cercano al colegio para hablar. Llegamos a un banco y yo me senté.

—¿Quién no habrá grabado? ¿Viste a alguien antes de entrar al baño?— Me preguntaba Amanda visiblemente muy asustada.

—No, no había nadie.

—¿Y después de ti nadie de la clase salió?

—No…nadie.

—Tengo miedo.

—Lo sé, pero si, sea quien sea, hubiera querido subirlo ya estaría en internet y lo ha habría visto todo el mundo. Esperemos a ver que pasa. — contesté yo en un afán de tranquilizarla.

domingo, 1 de marzo de 2020

Visita de verano. Parte 1




Había llegado el final del curso académico y había vuelto a casa por verano. Mi madre, Anastasia, tiene su trabajo en la ciudad por lo que generalmente siempre he tenido la casa para mí solo. Me encantaba correr desnudo por toda la casa y matar mi tiempo haciéndome pajas mientras veía porno en el ordenador. A mi adolescencia, antes de ir a la universidad, la recuerdo como una época bastante divertida. Llena de pajas hasta que empecé a follar, incluso después también.

Mi madre tenía cuarenta y dos años. Era una mujer hermosa. Me la hubiera follado sin dudarlo, pero nunca conseguí un ambiente para lograr eso. Y yo nunca traté de seducirla. Era el niño de la familia, e hijo único. Y siempre había conseguido lo que quería, hasta cierto punto, claro. No éramos ricos, pero mi madre lo hizo suficientemente bien para que nunca nos faltara de nada después de la muerte de mi padre, cuando yo era muy pequeño.

Mi madre tenía dos hermanas menores, una era mi tía Eva. Quién se había casado y divorciado dos veces, y fruto de su primer matrimonio nació mi prima Andrea. Y mi tía Marta, quien nunca se había casado y en la familia era muy criticada por su homosexualidad y por todas las mujeres con las que se había acostado. Para mi no era algo raro, yo solo quería que fuera feliz.

Aquél verano mi tía Eva decidió venir para una visita. Me gustaba mi tía Eva. Era lo que llamaban un espíritu libre. Siempre era divertido estar con ella. Era muy atractiva. Debe ser genética por que todas las mujeres de mi familia cuentan con un gran atractivo. Incluso mi abuela, con sesenta años, levantaba pasiones entre los hombres más jóvenes del pueblo. Las tetas de mi tia Eva tenían la misma forma que las de mi madre, grandes y en su sitio. Tenía el pelo castaño, largo y ondulado. Unas curvas despampanantes y un culo increíble.

sábado, 29 de febrero de 2020

Mi cuñada embarazada



Hace un año, me entregaron mi casa nueva, mi esposa se encontraba completamente feliz, era en realidad la casa de nuestro sueño, con grandes áreas verdes, una casa club con terraza y alberca, parque para perros y en una zona en la cual se podía respirar aire limpio, era perfecta para que nuestra pequeña hija de 9 meses pudiera crecer feliz.

En uno de los viajes que realicé llevando algunos muebles y cajas de ropa recibí una llamada de la esposa de mi cuñado, ella tenía 37 semanas de embarazo y la relación con su esposo era buena a medias, a él le encantaba la fiesta, beber en exceso y pasar tiempo con los amigos, en lugar de estar con su pequeña mujer, y en realidad era pequeña, mide aproximadamente 1.58mts. de estatura, de piel bronceada, cabello lacio y por su situación de embarazo, grandes pechos, caderas anchas, una panza algo grande y en general era excelente mujer, muy sociable y de facilidad de palabra.

Conteste el teléfono móvil:

—Hola Araceli, ¿qué tal tu día?, ¿cómo va esa barriga de tu bebe?.

—Hola, mi barriga muy bien, ya muero por conocer a mi bebe hermoso, de echo necesito hablar contigo, ¿estás en tu casa u oficina?

—No Araceli... yo voy llegando a dejar unas cosas en la nueva casa, mi mujer y mi bebé están empacando aun cosas para que pueda traerlas, dime, ¿Necesitas que pase a tu casa o quieres que nos veamos cuando regrese con mi mujer más tarde?

viernes, 28 de febrero de 2020

Mi hija y yo en el ginecólogo



Mi hija Ana no quería ir al ginecólogo, yo cinco días atrás había pedido cita para ella, era su primera vez y entendía que pudiera tener cierto miedo o reparo en que un desconocido la viera desnuda, pero era un trámite de mujer obligatorio.

Ya en la sala de espera no paraba de quejarse.

—Ana, por favor quita ya esa cara de mal humor, todas las mujeres tienen que visitar al ginecólogo, y sobre todo si esa mujer mantiene relaciones sexuales con su novio cada fin de semana.

—Pero mamá…yo estoy bien…no hace falta—decía ella mirándome con cara de odio.

La secretaria interrumpió nuestra pequeña charla. —Ya pueden pasar, el doctor las espera.

—¿El doctor?...perdone pero teníamos cita con la doctora Cibeles.

—Sí, pero la doctora Cibeles no se encuentra, las atenderá el doctor Gómez.

Un tanto preocupada, por que podría ser un poco violento que un doctor examinara a mi hija, nos levantamos y nos dirigimos al box del doctor.

miércoles, 26 de febrero de 2020

Cuatro historias. Cuatro relaciones incestuosas. El principio del placer.


La luz del tren se apagó unos instantes y el chico se sobresaltó.

-Tranquilo, cariño. No pasa nada. Es solo la luz que se ha apagado porque hemos entrado en un túnel.

Enseguida volvió. El chico empezó a temblar. Parecía como si hubiera pasado algo peor que solo un apagón de luz.

La madre posó su mano sobre la de él para tranquilizarle y esto le calmó un poco.

Llevaban ya 4 horas de viaje y era lógico por un lado el cansancio, aunque no los nervios del chico, pero eso es otra historia que luego explicaré.

Media hora más tarde volvieron a entrar en otro túnel, más largo que el anterior. La madre, sentada junto a la ventana, desabrochó la bragueta del pantalón de su hijo y sin decir nada, sacó su pene de los calzoncillos. Lo movió de un lado a otro con su mano izquierda y bajó y subió por su miembro. Luego bajó el prepucio y comenzó a masturbarle.

lunes, 24 de febrero de 2020

Relato erótico completo: No es fácil ser madre.

I

Me llamo Carolina, y contaré como empezó mi relación incestuosa con mi hijo.

Primero me describiré para facilitar la lectura. Soy una mujer de 42 años de edad, morena, pelo negro, alta, y con curvas. Mis tetas aunque algo caída son grandes tengo un grandioso culo. Mi hijo por su parte es un adolescente muy inteligente, y delgado.

Todo empezó cuando mi hijo Pedro al llegar a casa después de clase me contó que su instituto iba a hacer una cena formal madres e hijos y me preguntó si me gustaría ir. Obviamente acepté la invitación, me parecía muy tierno que mi hijo quisiera que fuera con el a aquella cena.

El día de la cena no sabia que ponerme, porque aunque no quería ponerme sexy tampoco quería parecer una monja. Después de un rato buscando en el vestidor y probándome prendas me decidí por un vestido rosa que me llegaba hasta las rodillas, y con un escote no muy sugerente.

Antes de cenar nos hicimos fotos todos juntos, y mi hijo insistió en hacerme una a mí sola. La cena no fue un acto muy interesante, charlas con las madres y poco más.

sábado, 22 de febrero de 2020

Espiando a la puta de mi madre



Cuando yo era aún muy pequeño, mi padre nos abandonó a mí, a mi hermana mayor Nuria, y a mi madre Alba. Empezó una época muy difícil para nosotros. Pues mi madre sola tuvo que hacerse cargo de todos los gastos, pero sin embargo a mi hermana y a mi nunca nos faltó de nada, ni educación, comida, ni nada. Mi madre como podía traía el dinero a casa. Dos años después, yo ya contaba con 14 años y mi hermana con 15, mi madre con mucho esfuerzo consiguió un muy buen puesto de trabajo en una constructora, nos mudamos a un barrio lujoso, y nuestras vidas cambiaron a mejor. Mi madre ya no lloraba por las noches por no saber si podía darnos de comer, ahora mi madre lloraba de alegría cuando viajábamos, o cuando yo o mi hermana necesitábamos unas zapatillas y mi madre no tenia que pedir dinero prestado, ahora íbamos a las mejores tiendas a comprar.

lunes, 3 de febrero de 2020

La monja que se convirtió en puta.



Clara tenía 15 años y vivía con sus padres, su hermana Mariana de 18 y su hermano Abel de 20. Sus hermanos siempre la molestaban con esa tendencia que tuvo desde pequeña hacia la religión, siempre dijo que sería monja, que su vocación religiosa estaba por encima de cualquier cosa y ellos se burlaban, no podían entender como Clara prefería quedarse horas y horas en la parroquia antes de estar jugando con sus amiguitas o sus muñecas.

Sus padres nunca alentaron aquella incipiente vocación, pero tampoco se opusieron, dejaron que las cosas siguieran su curso porque Clara aun era joven y seguramente cambiaría de opinión varias veces antes de alcanzar la madurez de su vida. De todas formas, pasaban los años y ella se aferraba más y más a esa convicción: no faltaba jamás a los grupos de oración adolescentes, participaba en misiones comunitarias, viajaba a diferentes puntos del país con gente de la parroquia y era la mano derecha de la hermana superiora de su colegio en lo que a la organización de estas tareas se refería.

domingo, 2 de febrero de 2020

El Diario de Lorena



Sonó el timbre que daba por finalizada las clases y Lorena con prisas cogió su mochila rumbo a su casa. Pero antes de salir del instituto pasó por el baño. Tenia el pelo hecho un adefesio por culpa del director.

Entró en el baño y se puso enfrente del espejo observando su despeinado cabello y dándose cuenta de que aún en la comisura de los labios, y el pelo tenía aún restos del semen que el director le había echado encima. Frente al espejo, cogió con la palma de su mano agua de grifo y empezó a limpiarse cuanto podía el pelo, al igual que la cara. Bajó un poco su falda para estirar la camisa del colegio y sin pensarlo pasó su mano por su entrepierna rozando sin querer su todavía virgen coño. Sentía calor y algo de adrenalina, nunca se había rozado o tocado en esa parte de su cuerpo, era algo nuevo para ella. Al instante el recuerdo del director y de lo que había pasado inundó su mente, y quiso volver a sentir lo que había sentido cuando el empezó a tocar su parte más íntima, cerró sus ojos y dejo que su mano y su imaginación la hicieran sentir aquello que nunca antes había sentido pero que era lo más placentero sin duda.

No es fácil ser madre: FINAL

Parte 1:https://mr-taboo.blogspot.com/2020/01/no-es-facil-ser-madre.html
Parte 2:https://mr-taboo.blogspot.com/2020/01/no-es-facil-ser-madre-continuacion.html


3

Mi hermana tenía pruebas.

Dos años atrás, unos ladrones habían entrado a casa de mi hermana y habían robado, dejando a mi hermana con el miedo dentro del cuerpo, y por esta razón decidió contratar una empresa de seguridad que le instaló entre otras cosas una cámara de seguridad de la cual yo desconocía su existencia.

Aquél mensaje recibido de mi hermana me heló la sangre, esto había llegado demasiado lejos, todo se desmoronaba. Durante las dos siguientes semanas no era capaz casi ni de hablar o mirar a los ojos a mi hijo Pedro. No sentía vergüenza, sentía miedo de lo que podría pasar, el lo notaba y cada día me preguntaba si estaba bien, yo me limitaba a responderle con un escueto —Sí.

Sabía que extrañaba a su madre, acariciarla, besarla, chuparla, follarla, lo sé por que yo también le extrañaba, pero no podía dejar de sentirme en todo momento observada. Cada vez que me llegaba un mensaje me asustaba, cada vez que a mi marido le llegaba un mensaje se me erizaba la piel.

Sexo con mi sobrino



Soy una mujer cerca de los 40, si bien dicen que esta edad, supone un cambio en muchos aspectos y según algunas mujeres, a partir de esa edad, empezamos a ser invisibles para el resto de los mortales. Creo que es una idea equivocada, y me quedo más con la afirmación de Pitbull ‘Los cuarenta son los segundos treinta, eso sí con bastante más sabiduría’.

Cada vez somos más las mujeres maduras que preferimos hombres jóvenes, no es que necesitemos estar con alguien de poca edad para sentirnos divinas. Chicas seamos sinceras, los tíos a medida que avanza en edad, se vuelven más pesados y empiezan a crecer de forma horizontal, al más puro estilo de Homer Simpson. Así que sí, sinceramente me considero una mujer madura que busca sexo con un chico joven.

El hecho de que solo puedan hacer una cosa a la vez, les hace atrofiarse con el paso del tiempo, así que salvo honrosas excepciones, prefiero los ‘yogurines’, sobre todo desde que seduce a mi sobrino de tan solo 17 años. Un incesto entre tía y sobrino en toda regla.

Anal con la madre de mi mejor amigo



Estaba muy contento porque era mi primera fiesta de Nochevieja. Tenía 17 años y por fin mis padres me dejaban ir solo a una de esas fiestas en la que no se duerme. Había quedado con mi amigo Luis para irnos juntos a la discoteca por lo que me dirigí a su casa.

Llegue sobre las 1,30 h y me abrió su madre, me dijo que Luis iba a tardar un poco, que había ido a casa de unos vecinos a felicitar el año nuevo. La madre de Luis me invitó a que entrara y le esperara allí. Joder la madre estaba de impresión, llevaba un vestido de noche que quitaba el hipo. Supongo que ella también saldría de fiesta. Noté como mi polla se ponía tiesa, lo estaba pasando mal porque no quería que la madre notara eso. Estaba imaginándome que…Follarme a la madre de mi amigo..No,no, me parecía algo muy fuerte.

Bukkake en el trabajo



Hacía tiempo que estaba aburrida de Juan, mi pareja. Aunque el sexo era increíble con él, no podía parar de ver tíos por la calle y imaginándomelos en grupo... Me fui dando cuenta que con los años mis gustos habían cambiado. Me fijaba sobretodo en los más jóvenes, adolescentes de instituto que podrían ser mis hijos. ¡Qué fuerte decirlo, pero así eran mis fantasías sexuales! La idea de tener a unos cuantos a la vez me ponía enferma y esa idea tan descabellada empezó a surgir en mi trabajo. Cada día me imaginaba a mis compañeros enfundados en esos monos azules tan masculinos…. Haciéndome un increíble bukake.

sábado, 1 de febrero de 2020

Diario de una joven puta


Sonó el timbre que daba por finalizada las clases y Lorena con prisas cogió su mochila rumbo a su casa. Pero antes de salir del instituto pasó por el baño. Tenia el pelo hecho un adefesio por culpa del director.

Entró en el baño y se puso enfrente del espejo observando su despeinado cabello y dándose cuenta de que aún en la comisura de los labios, y el pelo tenía aún restos del semen que el director le había echado encima. Frente al espejo, cogió con la palma de su mano agua de grifo y empezó a limpiarse cuanto podía el pelo, al igual que la cara. Bajó un poco su falda para estirar la camisa del colegio y sin pensarlo pasó su mano por su entrepierna rozando sin querer su todavía virgen coño.

viernes, 31 de enero de 2020

Celia...la mejor amiga de mi novia. Infidelidad.

Capitulo 1

Lo que voy a contar es totalmente cierto. Ocurrió hace unos años yo salía con una chica preciosa. Rubia, ojos azules, buen cuelo y buenas tetas, pero su mejor amiga me atraía mucho. Ella, su mejor amiga, Celia, era bajita, ojos marrones, pelo color azul, tetas pequeñas pero redondas y levantadas y un culo espectacular.

Era fin de año e íbamos a celebrarlo en casa de mi novia con amigos y amigas, entre ellas Celia. La fiesta empezó pronto, a las 11 de la noche habíamos terminado de comer, y esperábamos las campanadas. Celia iba preciosa, con una camisa con estampado de flores y algo transparente, se podía observar su sujetador azul. Llevaba una falda corta de cuero que le quedaba espectacular, medias de rejilla y tacones.

jueves, 30 de enero de 2020

Mi hija Sandra. Capitulo 1

AVISO: El siguiente relato erótico contiene zoofilia, incesto, y fetichismos.

Capitulo 1

Tal vez no sea el mejor padre, sin embargo, a mi hija nunca le faltó de nada, ni ropa, ni comida, y mucho menos amor. Aunque su madre y yo ya estábamos divorciados, entre nosotros había una buena relación de amistad, por lo que yo me llevaba a Sandra a mi casa o de paseo siempre que quería, no había ningún problema.

Mi hija Sandra es una chica joven, aún en el instituto. Es morena, y delgada, y como hombre no puedo evitar decir que su cuerpo es muy atractivo. Su piel es morena, su pelo liso y negro. A pesar de ser delgada tiene un culo respingón y redondito. Y sus tetas pequeñas pero bonitas.

Nunca antes había visto a mi hija en un plano sexual hasta que llegó aquella experiencia que cambió nuestra vida para siempre.

miércoles, 29 de enero de 2020

No es fácil ser madre. Continuación...

Capítulo 1: https://mr-taboo.blogspot.com/2020/01/no-es-facil-ser-madre.html

Capítulo 2

¿Permitir que mi hijo me folle? ¿O parar ahora que estamos a tiempo?

‘’No tengo que decidir ahora’’ me contesté a mi misma.

Durante semanas Pedro, mi hijo, y yo mantuvimos sesiones de sexo sin llegar a penetraciones. Él siempre estaba dispuesto para mí, y yo para él.

Llegó el verano y yo seguía sin decidir nada sobre mi hijo, cuando a David, mi esposo, se le ocurrió la idea de irnos de vacaciones. Buscamos por internet sitios para irnos a veranear y finalmente nos decidimos por un apartamento en frente de la playa en la costa de Mallorca.

El apartamento estaba enfrente de una de las playas más bonita que había visto en mi vida. Al llegar e instalarnos pensé que sería buena idea, así estaríamos los tres juntos y yo no tendría tentaciones con Pedro. A la mañana siguiente de llegar bajamos a la playa, encontramos un buen lugar para poner las toallas y sentarnos. Mi hijo y yo nos acariciábamos pero sin ningún interés sexual, caricias madre e hijo. Pero cuando mi marido dijo que se iba a tomar una siesta, se me ocurrió que podría pasar un rato a solas con Pedro.

No es fácil ser madre


Capítulo 1

Me llamo Carolina, y contaré como empezó mi relación incestuosa con mi hijo.

Primero me describiré para facilitar la lectura. Soy una mujer de 42 años de edad, morena, pelo negro, alta, y con curvas. Mis tetas aunque algo caída son grandes tengo un grandioso culo. Mi hijo por su parte es un adolescente muy inteligente, y delgado.

Todo empezó cuando mi hijo Pedro al llegar a casa después de clase me contó que su instituto iba a hacer una cena formal madres e hijos y me preguntó si me gustaría ir. Obviamente acepté la invitación, me parecía muy tierno que mi hijo quisiera que fuera con el a aquella cena.

El día de la cena no sabia que ponerme, porque aunque no quería ponerme sexy tampoco quería parecer una monja. Después de un rato buscando en el vestidor y probándome prendas me decidí por un vestido rosa que me llegaba hasta las rodillas, y con un escote no muy sugerente.

Antes de cenar nos hicimos fotos todos juntos, y mi hijo insistió en hacerme una a mí sola. La cena no fue un acto muy interesante, charlas con las madres y poco más.

Luna Escarlata, Parte 2

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Capítulo 2

El día siguiente entré a clase como de costumbre con sueño y sin ganas de nada, me senté en mi pupitre y llegó Amanda, vestida con una falda negra que le llegaba a las rodillas, y una camiseta también negra con el logo de Batman a la altura de sus tetas, me encanta como venía vestida. Las primeras horas antes de recreo pasaron sin pena ni gloria. Pero después del recreo tocaba la asignatura recuperación de matemáticas. En esta hora mi clase se dividía en dos, unos íbamos a recuperación de matemáticas y otros de lengua. Mis amigos eran de lengua así que me quedé prácticamente solo en clase y me senté en la última fila de mesas, pero quien si estaba era Amanda, y se sentó a mi lado. Llevábamos 20 minutos de clase cuando Amanda pidió ir al baño y el profesor la dejó, cinco minutos después volvió. Se sentó a mi lado y debajo de la mesa cogió mi mano y me dijo —ábrela— la abrí y puso en ella un tanga suyo, –Me lo acabo de quitar, te lo doy pero la condición es que te masturbes aquí y ahora mientras yo lo veo.

Luna Escarlata.


Capítulo 1

En aquella época yo era un adolescente. Tenía 15 años y las hormonas revoloteando, cada chica que veía me excitaba y muchas veces me empalmaba, aveces hasta en medio de clase. El primer día de clase, llegaron nuevas alumnas, una de ellas era Amanda, una chica de mi edad, delgadita y pelirroja. En clase no podía evitar observar su culo que aunque no era grande era apretadito y respingón y unas tetas pequeñas.

Durante dos semanas me era imposible no quedarme hipnotizado por esa chica, me excitaba, mi polla se ponía dura pero no llegaba a empalmarse del todo. Como os decía tras dos semanas no paraba de pensar en ella, en casa me pajeaba pensando en ella, sin embargo, un día en educación física llegué a una excitación extrema. Aquel día teníamos que correr en el patio del instituto durante 20 minutos así que toda la clase comenzó a correr a eso de las 10 de la mañana.

Mientras corría no podía dejar de observar a Amanda sudada, por su cuello caía gotas de sudor y no paraba de pensar en cómo estaría su coño. A cada minuto que pasaba me ponía más y más cachondo. Tras terminar de correr nuestro profesor nos dejó juego libre, las chicas empezaron a jugar volleyball y los chicos fútbol, durante un rato pude olvidarme de Amanda.