miércoles, 29 de enero de 2020

Luna Escarlata, Parte 2

Capítulo 1: https://mr-taboo.blogspot.com/2020/01/luna-escarlata.html

Capítulo 2

El día siguiente entré a clase como de costumbre con sueño y sin ganas de nada, me senté en mi pupitre y llegó Amanda, vestida con una falda negra que le llegaba a las rodillas, y una camiseta también negra con el logo de Batman a la altura de sus tetas, me encanta como venía vestida. Las primeras horas antes de recreo pasaron sin pena ni gloria. Pero después del recreo tocaba la asignatura recuperación de matemáticas. En esta hora mi clase se dividía en dos, unos íbamos a recuperación de matemáticas y otros de lengua. Mis amigos eran de lengua así que me quedé prácticamente solo en clase y me senté en la última fila de mesas, pero quien si estaba era Amanda, y se sentó a mi lado. Llevábamos 20 minutos de clase cuando Amanda pidió ir al baño y el profesor la dejó, cinco minutos después volvió. Se sentó a mi lado y debajo de la mesa cogió mi mano y me dijo —ábrela— la abrí y puso en ella un tanga suyo, –Me lo acabo de quitar, te lo doy pero la condición es que te masturbes aquí y ahora mientras yo lo veo.

Toda mi sangre estaba en mi polla y a pesar de que podía ser pillado, me bajé los pantalones, cogí mi polla y empecé a bajar y a subir con el tanga de Amanda alrededor de mi polla, Amanda no paraba de mirar mi polla y morderse el labio inferior, se echó hacía tras de su silla, se subió la falda, chupó sus dedos índice y anular de la mano derecha, bajo su brazo y empezó a masajearse su coñito pelirrojo sin introducir los dedos, yo seguía con mi polla y observando a Amanda y también miraba al profesor por si nos veía. Estuvimos unos minutos así, Amanda se introdujo los dedos en el coño lentamente, los metía y sacaba, se los sacaba para chuparlos, yo también quería, pero no me atrevía a preguntarle si podía meter mis dedos ni a hacerlo sin avisarla. Sacó su dedos nuevamente y me dijo —chupa—, me introdujo sus dedos en la boca y me dejó probar el rico manjar de su coño, no deje ni una molécula de flujo en sus dedos, ella volvió a dirigir su mano a su coño pero esta vez metió su palma entera, la sacó y tenía toda la mano mojada de flujo, me ordenó quitar mi mano de mi polla y me la agarró ella, empezó a subir y a bajar, yo no iba a aguantar mucho más, de repente oímos al profesor desde la pizarra dirigirse a nosotros y preguntarnos:—¿Amanda, Donovan que estáis haciendo?—. Amanda contestó :—Estamos con el móvil profe, lo siento.— El profesor siguió con su clase y Amanda volvió a mi polla, estaba a punto de correrme y se lo dije, Amanda tiró un boli al suelo y se agachó, sentí sus labios cubriendo el glande de mi polla y su mano acelerar el movimiento, diez segundos después de mi polla empezaron a salir chorros de semen, todos iban directos a la boca de Amanda. Cinco o seis chorros de semen salieron, Amanda limpió muy bien mi polla, cogió su boli y volvió a sentarse, se giró hacía mí y abrió su boca dejándome su boca llena de mi leche, la cerró y se lo tragó todo.

Puso de pie su libro sobre la mesa tapándonos las caras, se acercó a mis labios me besó y dijo ‘’Creo que me estoy haciendo adicta a tu leche.’’

Días después de aquella experiencia estaba en clase. Como siempre las clases son aburridas. Por la ventana se veía la lluvia caer, y dentro la profesora daba su lección. Mi profesora era una mujer madura bastante atractiva. A pesar de sus 40 años tenía un cuerpo de infarto. Buenas piernas, buen culo y muy buenas tetas. Ese día llevaba un vestido corto con un escote increíble, y como me aburria empecé a imaginar como follaba con mi profesora. Me empalmé enseguida y quería masturbarme, levanté la mano para poder ir al baño pero antes de poder hacerlo Amanda, sentada unas mesas por delante de mí levantó la suya y se fue al baño.

Cuando salió en dirección al baño esperé unos minutos a que mi polla perdiera tamaño y levanté la mano para ir al baño, la profesora me dio permiso y me encaminé hacia al baño. Sin embargo, mientras iba de camino no dejaba de pensar en Amanda, estaría solita en el baño y tal vez podría espiarla mientras orinaba.

Entré en el baño de chicas, en silencio y con cuidado por si había alguien más aparte de Amanda. Por suerte no había nadie. Todas las puertas del baño estaban abiertas excepto una, donde estaba Amanda. Entre en uno de los lavabos que estaba al lado del de Amanda. Me puse encima del váter para poder mirar por encima de la pared y así mirar a Amanda, cuando asomé mi cabeza vi a Amanda sentada en el lavabo con los pantalones y la ropa interior por los tobillos, con el móvil en la mano viendo porno y su mano derecha masturbándose suavemente.

Al ver aquella escena mi polla creció, me la saqué y empecé a pajearme mientras veía a aquella chica haciéndose dedos.

Amanda seguía viendo porno, echó su cabeza hacia atrás y me pilló espiándola. No se asustó, ni siquiera paró de masturbase. Al mirarme me sonrió y dijo—entra aquí—. Yo obedecí, estaba demasiado cachondo como para decir que no. Me bajé del váter, salí del lavabo y entré en el de Amanda. —Cierra la puerta y ponte de rodillas— dijo, y así hice. Cerré la puerta y me puse de rodillas. —Quítate la camiseta— y mientras lo hacia ella se quitaba los pantalones y las bragas del todo. Abrió bien sus piernas y pude observar su precioso coño, con vello pero no mucho, unos labios carnosos. Con su dedo me ordenó que me acercara a su coño, me acerqué y con sus dedos índice y corazón abrió su coño y empezó a salir liquido de su coño. Empezó a orinar en mi boca la zorra, yo en ese momento de excitación extrema me dejé llevar y acepté con gusto su lluvia dorada. Su orina me daba en la boca, yo intentaba tragármela toda pero me era imposible y mi torso se mojó entero. Con su mano derecha cogió mi cabeza y la empujó hacia su coño, cuando dejó de orinar me dijo —cómeme el coño y límpialo bien—. Metía mi lengua hasta el fondo de su coño, con la misma lengua limpiaba sus labios y su vello. Empecé a aumentar el ritmo a la vez que metía dos dedos, ella cada vez apretaba más mi cabeza contra su coño hasta que llegó al orgasmo, su coño empezó a tener contracciones y empezó a salir un líquido blanquecino que me tragué entero.

Me ordenó levantarme, cuando me levante desabrochó mi cinturón y bajo la bragueta de mi pantalón. Bajó mis pantalones y mi ropa interior, cogió mis huevos, y metió mi polla en su boca hasta la garganta, y seguía y seguía, metiendo y sacando mientras con su mano acariciaba mis huevos llenos de su saliva. Cada vez lo hacía más fuerte y rápido, le daban arcadas, pero ella seguía. Yo no podía aguantar más y avisé que iba a correrme, hizo caso omiso y siguió con la garganta profunda, un minuto después de mi polla salió un fuerte chorro de semen que entro directo por su garganta, paró de metérsela hasta el fondo, sacó mi polla de su boca y esperó los siguientes chorros. Cuatro chorros más de semen espeso salieron de mi polla directa a su boca, uno de ellos cayo en su cara y otro en la comisura de sus labios. Siguió chupando mi polla hasta que esta quedó flácida del todo. Y se tragó toda la leche. Cogió sus bragas y se limpió el semen de su cara. Me miró a los ojos y me dijo —yo también quiero lluvia, meame.

Era la primera vez que alguien me pedía algo así, y aunque me costó un poco, tras un par de intentos empecé a orinar en la boca de Amanda, ella se tragaba toda mi meada, dejé de mear y me chupo la polla hasta que no quedó ni una gota ni de leche ni de orina.



Pero mi polla volvió a ponerse firme y no iba a desaprovechar la oportunidad, cogí a Amanda, la puse contra la pared se espaldas a mí, la cogí del pelo y del cuello y empecé a meterle mi polla por su apretadito coño, cada vez la metía más adentro, notaba que no era para nada virgen, la empecé a follar fuerte, no paraba de bombear, ella intenta zafarse de mí, pero yo la tapé la boca y seguí follándola, empecé a darle azotes en el culo hasta que quedo rojo. Me acerqué a su oído y le susurre —me corro ya, pero la próxima vez tu culo no se salva—, seguí follándola y empecé a correrme, dentro de su coño. Llene su interior de mi leche, y empezó a salirse, goteando sus piernas. Ella se giró y me beso. Me apartó de ella, se metió los dedos en su coño, los sacó mojados de semen y de flujo y los chupó dejándolos limpios. Volvió a meterse los dedos y volvió a sacarlos mojados, pero esta vez me obligó a chuparlos a mí, cuando los dejé limpios volvió a besarme. Se apartó, cogió su ropa y se vistió, yo cogí mi camiseta y me la puse.

De repente escuchamos un ruido extraño. Salimos rápidamente del baño, pero no había nadie. Nos dirigimos juntos hacia clase, tocamos la puerta y entramos. Nos sentamos cada uno en su mesa. Cinco minutos después sonó mi teléfono, era un mensaje de WhatsApp de un número que no conocía, al abrir el mensaje vi que era un video, al reproducirlo me di cuenta que en el video aparecíamos Amanda y yo en el baño follando y haciendo de todo. Miré a Amanda que también estaba mirando su móvil. Levantó su mirada y me miró asustada.

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