martes, 4 de agosto de 2020

Nos mudamos! (Actualización: mr-taboo.com)

Muy buenas queridos lectores y lectoras.

Después de varios meses sin publicar nada venimos con buenas noticias, nos mudamos!

''Como que os mudáis?'' preguntaréis, pues os informo que de aquí a un mes, esta web no estará operativa ni recibirá actualizaciones. Hemos decidido independizarnos de blogger para poder tomarnos esta web como un trabajo real y dedicarnos a él plenamente.

La nueva web tendrá nueva interfaz, mucho más cómoda, nuevas funciones, y actualizaciones casi a diario! Sólo os pedimos vuestra fidelidad en esta nueva aventura que vamos a emprender, y os rogamos que si hay algo que no os guste de la nueva web nos lo hagáis saber, estaremos encantados en escuchar ideas y críticas constructias.

Por último decir que en la nueva web podréis interactuar directamente con los relatos, comentando, y evaluando, y también, próximamente tendremos una nueva funcionalidad, que será subir y publicar los relatos de buenos escritores y escritoras que deseen colaborar con la web.

La nueva web se llama: mr-taboo.com

Esta pagina ya no tendrá nuevos relatos y será eliminada en septiembre, si quieres seguir leyendo visita la nueva página.

Gracias por acompañarnos hasta ahora, y esperamos que a partir de ahora nuestra relación con vosotros sea mucho más fructífera y directa.

Gracias!

miércoles, 15 de abril de 2020

El juguete de mi hermana. Parte 2



Hizo un calor terrible aquel día. El sol brillaba muchísimo desde lo alto del cielo y la gente que iba por la calle se cocía como gambas. Por suerte, dentro de la habitación, había aire acondicionado y se estaba bastante fresquito. Después de comer, no pude resistir la tentación de echarme a dormir una larga siesta. Puse el aire acondicionado al máximo y me tapé con la sábana antes de dormirme.

-Oscar, Oscar, ¡Oscar! ¿Te quieres despertar ya?

Fue lo que oí mientras alguien agitaba mi cuerpo. Abrí los ojos y vi a mi hermana.

-Eres peor que una marmota ¿Lo sabías? Vístete que nos vamos a dar un paseo.

Cerré los ojos de nuevo y recordé los viejos tiempos en los que ella insistía en vestirme con su ropa de niña pequeña. Sin saber por qué, y olvidándome de mi tan preciada autonomía personal, me vestí y la seguí hasta donde quisiera ir.

El juguete de mi hermana. Parte 1

El día que todo empezó, leía un libro tumbado sobre la cama del hotel. La puerta del balcón estaba abierta y la brisa veraniega que venía de la playa de al lado acariciaba plácidamente mi cuerpo. Era de noche y la temperatura había bajado lo suficiente como para volverse agradable e invitar al sueño. Pero, por desgracia, no podía dormir. Aquellas vacaciones, gracias a que papá había preferido dejar de hacer horas extra, tenía que compartir habitación con mi hermana Juana y no me quedaba otro remedio que esperar a que ella saliese del baño para poder apagar la luz.

Nunca me llevé muy bien con ella, al menos, no todo lo bien que parece que se llevan el resto de hermanos. Juana es la mayor de los, cinco años y tres meses exactamente, y podría decirse que siempre me vio como si fuese uno más de sus juguetes. ¿Quién querría jugar con muñecas si pudiese hacerlo con algo mucho más realista? Ese era su lema porque no dudó nunca en hacer conmigo todo lo que una niña hubiese hecho con una Barbie.

viernes, 3 de abril de 2020

Las gemelas



Las gemelas. 

El principio de todo. 

Alicia y María, gemelas de nacimiento. Alicia había nacido cuatro minutos antes por lo que la convertía en la mayor, aunque a María esto le interesaba poco a pesar de los esfuerzos de su hermana de recordárselo día y noche. También tenían otro hermano, mayor. Antonio, pero el hacía tiempo se había independizado del núcleo familiar y vivía con su novia.

Eran dos chicas muy atractivas, compartían el rubio con mechones castaño de sus cabellos, ojos azules y el rostro, aunque la cara de María era algo más circular y la de Alicia más fina, aún así esto era lo de menos. Lo más espectacular era la diferencia de sus cuerpos, Alicia era una chica de estatura media, delgada, con tetas pequeñas pero grandes caderas y un culo increíblemente precioso que hacía que todo aquél que la mirará se calentara. María por su parte era unos centímetros más alta que Alicia, algo más robusta que su hermana, un buen culo, pero la gran diferencia eran sus dos tetas, no era enormes, pero si eran bastante grandes a comparación con las de su hermana, y ella lo sabía. No tenía problema alguno en ponerse escotes, incluso ropa con la que se transparentara su cuerpo y así enseñar sus tetas.

martes, 24 de marzo de 2020

Visita de verano. Final

Era el final de mis vacaciones de verano. Ya era hora de volver a la universidad. Sería mi tercer año en la carrera y estaría viviendo con dos compañeros de habitación. Habíamos vivido juntos en una habitación de cuatro personas en una residencia de estudiantes nuestros dos primeros años. Y ahora habíamos alquilado una casa de tres dormitorios. Donde nos iríamos a vivir tres de mis compañeros. El otro había decidido irse con su novia hacía tiempo. Todo estaba funcionando de maravilla. Tener una habitación para cada uno de nosotros nos permitiría traer nuestras novias durante la noche y no molestar a nadie.

Mi madre había viajado hasta la universidad para traerme a casa al principio del verano. Porque yo no tenía coche todavía. Uno de mis compañeros de habitación si que tenía. Él era bastante solidario, ofrecía su coche para llevarnos a todos a la universidad todos los días y para ayudar a hacer recados por el campus y la ciudad.

Pero antes de instalarnos por completo y empezar a vivir en nuestro nuevo apartamento y antes de empezar el nuevo curso, mis amigos iban a venir a mi pueblo, para así descansar de sus familias y de la ajetreada vida de la ciudad. Además quería que conocieran a mi madre.

lunes, 23 de marzo de 2020

Sumisa y yo. 3

Estamos en el ático de un edificio muy alto. Sin mediar palabra te atraigo hacia mí, y te inmovilizó contra el gran ventanal. Te arranco la ropa, rompiéndote el tanga que uso para amordazarte. Solo con eso ya has empezado a humedecerte y sin contemplaciones te la meto tan fuerte que en cada embestida tienes que ponerte de puntillas mojándote cada vez más.

Te oigo gemir a través de la mordaza y tu cara aplastada contra el cristal tiene una expresión de miedo, pero tus ojos me hablan de excitación, así que te doy más fuerte aun, mientras que nuestras respiraciones empañan el cristal. Te arranco de la boca ese trozo de tela babeado solo por el placer de oírte jadear cuando el orgasmo se acerca y las piernas te tiemblan mientras que mis manos te sujetan impidiendo que te escapes.

domingo, 22 de marzo de 2020

Sumisa y yo. 2



Te he hecho acudir a la cita con un traje de ejecutiva sin nada debajo, caminado por la calle con tus grandes tetas y tus pezones duros por la excitación. Llamando la atención de los hombres que te susurran guarradas al pasar, y las mujeres mascullan insultos por tu pinta de puta de lujo.

Ahora estás aquí, un apartamento vacío con suelos de madera. Pasas un poco insegura e inmediatamente me coloco a tu espalda, para vendarte los ojos. Hoy no sabrás quien soy, has venido hasta aquí para ser usada por un desconocido, por alguien al que ni siquiera veras la cara. Te ato las manos detrás de la espalda lentamente con una mezcla de ritual y brusquedad. Puedes sentirme caminar a tu alrededor, observándote, disfrutando de tenerte indefensa para mí. Cuando menos lo esperas, doy un tirón a tu camisa haciendo saltar los botones. Tus tetas salen desbordantes, las acaricio dulcemente mientras chupo los pezones para luego amasarlas con crueldad. A ti, cegada por la venda en los ojos, cada movimiento te coge por sorpresa, haciéndote gemir.