martes, 24 de marzo de 2020

Visita de verano. Final

Era el final de mis vacaciones de verano. Ya era hora de volver a la universidad. Sería mi tercer año en la carrera y estaría viviendo con dos compañeros de habitación. Habíamos vivido juntos en una habitación de cuatro personas en una residencia de estudiantes nuestros dos primeros años. Y ahora habíamos alquilado una casa de tres dormitorios. Donde nos iríamos a vivir tres de mis compañeros. El otro había decidido irse con su novia hacía tiempo. Todo estaba funcionando de maravilla. Tener una habitación para cada uno de nosotros nos permitiría traer nuestras novias durante la noche y no molestar a nadie.

Mi madre había viajado hasta la universidad para traerme a casa al principio del verano. Porque yo no tenía coche todavía. Uno de mis compañeros de habitación si que tenía. Él era bastante solidario, ofrecía su coche para llevarnos a todos a la universidad todos los días y para ayudar a hacer recados por el campus y la ciudad.

Pero antes de instalarnos por completo y empezar a vivir en nuestro nuevo apartamento y antes de empezar el nuevo curso, mis amigos iban a venir a mi pueblo, para así descansar de sus familias y de la ajetreada vida de la ciudad. Además quería que conocieran a mi madre.


Habían pasado unas semanas desde que descubriera a mi madre y a mi prima Andrea follando juntas y que yo me uniera a ellas. Y durante esas semanas mi madre yo habíamos estado compartiendo cama y orgasmos.

Antonio y Fran llegaron un viernes. Yo estaba solo, mi madre estaba trabando pero llegaría al cabo de un hora masomenos. Mi madre traería comida y la nevera estaba llena de cervezas.

Dejaron su equipaje en la habitación de invitados y dimos una vuelta por la casa hasta llegar al salón, donde nos sentamos con cerveza en mano y empezamos a charlar.

Eran mis mejores amigos desde que empezamos la carrera, compartíamos muchos gustos, incluso sexuales. Hubo una vez que la novia de Fran me confesó yo la atraía y tras hablarlo con Fran, nos permitió follar juntos con una sola condición, el y Antonio mirarían y se masturbarían mientras follábamos.

Compartíamos todo tipo de secreto, y el haber follado con mis tías, mi prima y mi madre era de esos secretos que ellos debían saber, y les conté todo.

—Que suerte tiene cabrón.—Dijo Fran tras contarle mi secreto incestuoso mientras Antonio sonría y pensaba lo mismo, que era un cabrón con suerte.

—Podrías dejarnos disfrutar de tu madre—dijo Antonio en broma mientras se reía.

—Todo a su tiempo queridos amigo, tened paciencia, confiad en mí.

Ambos se miraron en silencio.


Ya era de noche cuando mi madre llegó a casa y saludó a mis amigos. Les apreciaba. Tras do besos en la mejilla a cada uno nos dirigimos al salón a comer, pude observar como miraban su cuerpo, la desnudaban con la mirada, y eso me ponía muy cachondo.

La cena fue amena, y tras teminar y fregar nos sentamos todos en la sala de estar a beber cervezas y charlar un poco. Las conversaciones se centraban en la universidad y cerca de las once de la noche mi madre nos dio las buenas noches y antes de irse me guiño un ojo, ese guiño significaba que esta noche quería sexo, y yo le iba a dar la mejor noche de su vida.

Al cabo de un rato nos fuimos a nuestros cuartos. Como de costumbre me di mi ducha nocturna, y desnudo fui hacía la habitación de Fran y Antonio, ellos estaban acostados hablando. Les ordené desnudarse y seguirme. Bajamos tranquilamente por las escaleras, nuestras pollas se fueron poniendo duras a cada paso que dábamos y que nos acercaba cada vez más a la puta de mi madre.

Fran y Antonio se escondieron detrás de una pared y yo llamé suavemente a la puerta de mi madre. Ella abrió la puerta, miró fuera y luego me agarró la mano y tiro hacia dentro de mí, yo no cerré la puerta. Estaba desnuda, me estaba esperando. Comenzamos a besarnos, su lengua jugaba con la mia, nuestros labios se mezclaban con nuestras salivas, su mano empezaba a acariciar mi polla y mi mano agarraba su culo.

—Tus amigos están muy buenos hijo, me he pasado la noche cachonda. Me has jodido hijo, ahora me gustan los yogurines. Ay mi amor…por favor…necesito sentir tu polla en mi boca.

—Mamá…arrodíllate. Chúpame la polla puta.

Se arrodilló y dio un lengüetazo a mi polla, para después metérsela entera en la boca mientras acariciaba mis huevos. Miré hacía arriba y vi a mis amigos entrar en silencio por la puerta. Mi madre disfrutaba con los ojos cerrados de mi polla.

Fran era alto y rubio, con un buen cuerpo de nadador. Su polla no era muy gorda pero sí larga.

Antonio era más bajo, con un cuerpo robusto lleno de vello. Su pelo era negro y largo. Su polla no era larga pero sí gorda.

Mi madre arrodillada y chupando mi polla con su mano derecha agarraba y pellizcaba sus pezones y con los dedos de su mano izquierda se penetraba por el coño.

Antonio dio un paso, y la madera debajo de su de pie crujió, y mi madre instintivamente giró su mirada hacía mis dos desnudos amigos con sus manos en sus pollas. Mi madre me miró y no dijo nada, se metió nuevamente mi polla en su boca y continuó con su labor. Hice señas a los chicos para que se unieran. Mi madre se sorprendió, pero estaba tan cachonda que una locura más no le importaba. Fran se puso a mi izquierda, y Antonio a mi derecha, rodeando a mi madre con nuestros cuerpos desnudos y nuestras pollas duras. Mi madre seguía chupando mi polla pero subió sus manos hasta las pollas de mis amigos y comenzó a masturbarles. Y de repente, saco mi polla de su boca y se metió la de Fran mientras a Antonio y a mi nos pajeaba, y después empezó a chupar la de Antonio. Yo sentía que estaba a punto de correrme, la cogí del pelo y la dirigí a mi polla, ella obediente comenzó a chupar mi polla con velocidad y profundidad, no aguantaba más y disparé cuatro chorros de espeso esperma en el interior de la boca de mi madre. Fran tampoco aguantó más, el alardeaba de ser muy lechero, y lo demostró, soltó ocho o nueve chorros largos de semen que cubrieron la cara y las tetas de mi madre. Antonio aún no se corría, mi madre se dirigió a él y con mi semen en su boca empezó a chupar la polla de Antonio, lubricándola con mi leche, al cabo de se dos minutos de su polla salieron disparados tres chorros de semen de los cuales uno cayó en la cara de mi madre y los otros dos en su boca. Mi madre con sus dedos empezó a coger todo el semen de sus tetas y su cara y se lo metía a la boca hasta quedar completamente sin semen y hasta tragárselo todo.

—Madre mia muchachos, menuda ducha me habéis dado—dijo riéndose—tengo que ducharme, hijo acompaña a mamá a darse una ducha que Antonio y Fran ya ha tenido suficiente por hoy, tal vez mañana tengan una sorpresa de mi padre—se levantó y se fue al baño después de guiñarles un ojo.

Antonio y Fran, mas felices que nunca salieron del cuarto y cerraron la puerta. Yo seguí a mi madre a su cuarto de baño. Y allí bajo el agua caliente de la ducha follé a mi madre por el coño todo lo fuerte que pude hasta correrme dentro de su coño húmedo. Terminamos de ducharnos y nos fuimos juntos a dormir aquella noche.


A la mañana siguiente, nos levantamos todos bastante contentos. Nos preparamos café mientras escuchábamos algo de música y conversábamos todos juntos. Mi madre nos miraba con deseo y nosotros a ella igual.

Mi madre salió para visitar a amigas y familiares. Mis amigos y yo salimos a dar un paseo por mi pequeño pueblo, que aunque no tenía nada de interesante nosotros disfrutábamos ya que estábamos juntos y lo pasamos bien en cualquier momento y cualquier circunstancia. Cogimos el coche y fuimos al pueblo de al lado que era mucho mas grande, allí comimos y pasamos la tarde en la terraza de un bar bebiendo cervezas, cuando el sol empezó a ponerse nos acercamos a un pizzeria y compramos tres pizzas para cenar en casa con mi madre.

Al llegar mi madre ya estaba en casa y nos saludó a los tres con un beso en los labios. Era un gran comienzo para una gran noche. Después de cenar, nos pusimos a hablar mientras escuchábamos música y bebíamos cervezas. Esta vez no esperó a la hora de acostarse, simplemente se levantó y dijo que fuéramos a su habitación. Nosotros obedecimos como pequeños cachorros. Nos sentamos al borde de la cama, yo en el medio, y ella enfrente de nosotros empezó a mover su cuerpo mientras se quitaba la ropa prenda por prenda. Se acercó a mi y empezó a restregar su culo sobre mi paquete, mientras acariciaba el paquete de Antonio y Fran. Y nos animó a acariciar su cuerpo desnudo. Empezamos a frotar sus tetas, su culo y su coño que ya estaba bastante mojado.

Se levantó y mirándonos dijo:—Quiero veros desnudos, fuera ropa, dejadme ver vuestras pollas. Las necesito.

Obedecimos y nos quedamos totalmente desnudos. Mi madre se arrodilló sobre la cama dejándonos ver su hermoso culo, yo no me resistí y empezó a lamerlo.

—Fran—dijo mi madre—coge un condón de la mesita y ponte debajo de mi, quiero que me folles el coño.

Fran se puso el condón y se puso debajo de mi madre apuntando con su polla al coño de mi madre. Mi madre bajo introduciendo toda su polla en su interior. Yo empecé a presionar con mi polla en su culo para dilatarlo y poder follar. Y Antonio se subió a la cama y le ofreció su polla a mi madre que la aceptó con todo el gusto del mundo, y empezó a chuparla.

Su culo ya estaba lo bastante dilatado y empezó a follarlo mientras su coño era penetrado por Fran, podía sentir como nuestras pollas y nuestros huevos se rozaban mientras la follábamos, y Antonio follaba su boca.

—Mamá no aguantó más…me corro.

—Córrete dentro de mi culo cariño, hazlo.

Cuando mi madre dijo eso me sentí explotar y empecé a llenar su culo de semen.

—Yo también me corro—dijo Fran. Y mi madre hizo algo que nunca me había dejado hacer, cogió la polla de Fran, tiró del condón y volvió a metérsela, Fran soltó un gemido y lleno el coño de mi madre de leche.

—Hijo ven aquí—ordenó mi madre. Me acerqué a ella mientras disfrutaba de la polla de Antonio. Se la sacó de la boca y dijo:—quiero que pruebes tu primera polla conmigo.

Antonio y yo nos congelamos, nos miramos a los ojos asustados, nunca me había interesado por un hombre.

—Vamos chicos, nadie lo sabrá nunca, será nuestro secreto.

A mi no me importaba experimentar y miré a Antonio buscando una mirada de aceptación y l recibí. Me acerque a su polla mientras mi madre la masturbaba con su mano.

—Abre la boca cariño, déjate llevar.

Abrí la boca, cerré los ojos y sentí la polla de Antonio dentro de mi boca, era una sensación extraña pero no me dio asco y empecé a sacar y meterla de mi boca. La situación me estaba poniendo muy cachondo y mi polla se puso dura de nuevo. Mi madre se apartó de mi y yo seguí chupando la polla de mi amigo, de repente sentí una boca abrazando mi polla y la voz de mi madre decir:—Anda, pero si Fran también quiere probar.—saqué la polla de Antonio de mi boca y miré hacía abajo, y allí estaba Fran, chupando mi polla.

Mi madre volvió a mi lado, y me arrebató la polla de Antonio, y empezó a chupársela.

—Me corro—dijo Antonio.

Mi madre cogió de mi cabeza y me puso al lado de la suya.

—Abre la boca y saca la lengua hijo.

Antonio empezó a correrse, un chorro cayó en mi boca, otro en la de mi madre, otro en la mia, y asi hasta 6 chorros de semen. Cuando terminó de correrse mi madre le dio un último lengüetazo y me besó, nos fundimos en un profundo beso con leche. Fran seguía chupándome la polla y sin avisar me corrí, llenando su boca y su cara de semen.

—Cabrón avísame al menos.

Mi madre se acercó a Fran y también se besaron intercambiando semen.

Sinceramente fue una noche maravillosa, ninguno nos esperábamos todo lo que sucedió y no lo olvidaremos nunca.

Al día siguiente Fran, Antonio y yo nos fuimos a la ciudad a nuestro apartamento para comenzar nuestro bueno curso de carrera. Mi madre se despidió de nosotros desnuda, dejándonos irnos cachondos.

Siguen sin gustarme los hombres, pero el sexo no entiende de etiquetas. Aquél día disfrute mucho de mi madre y de mis amigos. Y aquél verano fue el mejor de mi vida.

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